La evolución de las 3 R a las 9 R
Es muy probable que te hayas encontrado en más de una ocasión con la regla de las 3 R (reducir, reutilizar y reciclar). Esta idea promueve tres acciones básicas para desarrollar actuaciones responsables para el cuidado del medioambiente, enfocadas en optimizar los recursos y minimizar los residuos generados.
Pero estas iniciativas no son suficientes en la sociedad actual. Por eso, la regla de las 3 R ha evolucionado a un concepto mucho más amplio: las 9 R que constituyen la fórmula de economía circular.
Los principios de la economía circular
La economía circular es un paradigma de producción y consumo que transforma el modelo lineal que ha predominado en el mundo durante los últimos años, y que hace tiempo ha dado señales de agotamiento. La Tierra y sus recursos tienen límites y no es sostenible continuar con el modelo de consumo lineal tradicional.
La economía circular busca maximizar los recursos disponibles para que permanezcan el mayor tiempo posible en el ciclo productivo. Así, el ciclo de vida de los productos se extiende, lo cual aporta beneficios tanto a nivel medioambiental como también social.
Por tanto, las 9 R que comprende la economía circular son: rechazar, reducir, reutilizar, reparar, restaurar, refabricar, redefinir, reciclar y repensar.
La práctica totalidad de estos niveles fueron descritos por Jacqueline Cramer, profesora de la Universidad de Utrecht y exministra de Vivienda, Ordenación del Territorio y Medioambiente de Países Bajos, en su libro Milieu (Elementaire deeltjes) publicado en 2014. Posteriormente, Ellen MacArthur, exregatista inglesa fundadora de la Fundación Ellen MacArthur, añadió la R de repensar.
Estas acciones, a su vez, se clasifican dentro de tres grandes grupos: entrega de valor con mayor eficiencia (el grupo que se debería priorizar como primera opción), prolongar la vida útil y buscar otra vida con aplicaciones útiles.
Aunque se podrían añadir otras R como redistribuir, reeducar, reordenar, reaprovechar, etc., las 9 R de la economía circular son:
- Rechazar. Consiste en renunciar a aquellos productos que no necesitamos o de los que podemos disponer en otros formatos, como puede ser una factura o tique electrónico.
- Reducir. Implica promover estrategias para disminuir en la medida de lo posible el consumo de recursos, tanto en su fabricación como en su uso. Este concepto está alineado con la eficiencia.
- Reutilizar. Esta clave fomenta continuar usando los objetos que se encuentran en buenas condiciones y cumplen su función original, hasta que su vida útil lo permita.
- Reparar. Para alagar su vida útil, debemos arreglar los objetos defectuosos. La reparación de productos como electrodomésticos y aparatos eléctricos y electrónicos es uno de los grandes retos de la economía circular.
- Restaurar. A diferencia de la reparación, destinada a elementos que están en su primer ciclo de vida, la restauración se basa en preparar un producto para darle una nueva vida, en el momento en que no puede continuar cumpliendo su función.
- Refabricar. Cuando un producto ya ha cumplido su ciclo de vida y no es funcional, se puede hacer un análisis de su estado actual para, en función de ello, realizar un reacondicionamiento y reemplazo de los componentes defectuosos, para que pueda ser puesto en circulación nuevamente como un artículo casi nuevo.
- Redefinir. Busca promover el ingenio y la innovación en las personas, puesto que implica dar una nueva utilidad a aquellos objetos que se encuentran desgastados o que han quedado obsoletos.
- Reciclar. Se trata de probablemente la R más conocida, pero que debe considerarse como última opción. Consiste en aprovechar los materiales de residuos para aprovecharlos nuevamente en la fabricación de nuevos elementos. Reciclar es la forma de cerrar el círculo.
- Repensar. Esta regla es aplicable en todas las fases, ya que implica cuestionar y revisar los modelos de producción y consumo, rediseñar productos y servicios con criterios de economía circular, reflexionar sobre nuestras necesidades y hábitos…
Con base en estos nueve criterios, podemos hacer cambios en nuestras formas de consumo y adoptar medidas para transformar el modelo lineal y avanzar hacia el círculo virtuoso de la economía circular.