Huella de carbono negativa, innovación abierta, trazabilidad y economía circular. El compromiso del Grupo Ecoplas con la sostenibilidad, a través de su proyecto Netcycle, va “más allá de volver a meter un subproducto en el ciclo de producción”. Así lo explica el director general de la compañía, José Ignacio Peleteiro, que subraya la importancia de que ese material que entra de nuevo en el círculo “aporte valor al proceso”.
En su página web aseguran que su éxito reside en “buscar las soluciones más rápidas y eficaces a los problemas” de sus clientes. ¿Cuáles son los pilares de su estrategia?
La estrategia pasa por cumplir con nuestra misión, es decir, transformar el concepto actual de packaging dotándolo de inteligencia y resolviendo los principales desafíos del siglo XXI y de la sociedad actual, como la innovación, la sostenibilidad, la seguridad alimentaria y la tecnología 4.0. Siempre en conexión con nuestros clientes y el mercado.
Y son el mercado y nuestros clientes los que nos apuntan la necesidad de centrarnos en la sostenibilidad e innovación. En base al cambio de paradigmas que se están dando en el mercado actual, principalmente con leyes tan restrictivas con el plástico, y a nuestro compromiso con la circularidad y diversificación, hemos decidido reenfocar nuestra estrategia incluyendo dos proyectos como son Smart Nets y Netcycle.
De hecho, Ecoplas ha decidido adherirse a Viratec a través de su proyecto Netcycle. ¿En qué consiste?
Este proyecto está alineado con la misión de Ecoplas y profundiza en nuestros valores, tales como la sostenibilidad, la defensa del medio ambiente o la economía circular.
Netcycle es el proyecto más ambicioso al que nos hemos enfrentado hasta ahora, ya que buscamos que nuestra huella de carbono sea negativa, es decir, que durante la creación del producto se eliminen más gases de efecto invernadero de la atmósfera de los que se han emitido.
A través de Netcycle convertimos los residuos plásticos y textiles que se generan en materias primas con las que, gracias a un aporte de valor y diseño, fabricamos tres líneas de productos (mobiliario interior, exterior o jardín y urbano). Además, nuestro compromiso con la denominada innovación abierta también permite a quien lo desee solicitarnos material y que nos aporte valor a través de otros productos que se puedan fabricar con esta materia prima.
¿Qué hay de la trazabilidad de estos productos?
Nuestros productos llevan un sello que garantiza que el producto es 100% fabricado con material reciclado e incluso que para la elaboración se ha empleado un porcentaje de residuos textiles o marinos.
Pero no nos quedamos ahí, también incluimos un código QR que los ciudadanos se podrán descargar para ver realmente el origen del material, el proceso de selección, fabricación… o cualquier otra información que ayude a concienciar a la sociedad de la importancia de preservar el medio ambiente.
En la apuesta de la compañía que dirige por la I+D+i se encuentra, entre otras acciones, la elaboración de mallas biodegradables para la producción de envases a partir de residuos. Un proyecto en materia de economía circular para el que recibieron apoyo a través del programa Conecta PEME de la Xunta de Galicia. ¿Continúan adelante con Bialac?
Bialac es una apuesta por fabricar nuestra malla con materias primas compostables y biodegradables, que a los supermercados les cuesta afrontar la diferencia de precio con el material convencional, por lo que, lamentablemente, como prescriptores no lo están fomentando entre sus proveedores de marisco o fruta.
Además, el proyecto de Ley del Plástico grava los materiales compostables con el mismo impuesto que el plástico de origen fósil, es decir, 0,45 euros/kilo. Lo que realmente es un sin sentido. Y si a esto le sumamos que el PERTE de Economía Circular promueve el uso de materiales plásticos de origen renovable… Es tal la incongruencia que percibes que el trabajo que hemos realizado en proyectos como Bialac, apoyado por GAIN, sólo ha servido para seguir fomentando una cultura innovadora dentro de la empresa.
La economía circular es, obviamente, esencial para Viratec (Clúster Gallego de Soluciones Ambientales y Economía Circular). ¿Cuáles son los pilares de este modelo de producción y consumo en el sector del packaging alimentario?
Desde el Grupo Ecoplas estamos convencidos de que actualmente el modelo de economía circular es esencial, pero que debe ir más allá de volver a meter un subproducto en el círculo de producción de nuevo. Creemos que ese material que vuelve al ciclo debe aportar valor al proceso. Ese valor se puede aportar de muchas formas: reducción de las temperaturas en el proceso de fabricación, generación de nuevas materias primas…
Lo cierto es que, dentro del packaging alimentario, no se ha apostado por la economía circular desde los supermercados, se ha apostado por demonizar materiales a costa de otros, sin tener en cuenta para nada, por ejemplo, el impacto de la huella de carbono. Desde Ecoplas estamos trabajando en que sea la huella de carbono y no la materia prima con la que está fabricada el producto el que determine el material (vidrio, papel, cartón, madera, plástico…) más adecuado en cada momento o producto.
¿Qué papel considera que ha de desempeñar Viratec para contribuir al cumplimiento de los ODS de la Agenda 2030 en general y al desempeño bajo criterios ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno) de sus entidades socias, en particular?
El modelo de Clúster sectorial es un modelo anacrónico. En la actualidad tiene más peso la transversalidad de ciertos temas como la economía circular o la innovación, que están presentes no solamente en todas las empresas independientemente del sector, sino también en la sociedad.
Con un Clúster como Viratec, el compromiso con los ODS, tanto por parte de las entidades socias como de Galicia, está garantizado. Esto es así porque existe una entidad específica (Viratec) que está muy pendiente de que así sea, independientemente del sector. Además, si a eso le sumamos el desempeño bajo criterios de ASG, el valor para socios en particular y para Galicia en general se multiplica.